Debe ser que, al igual que ella, las musas de la británica tienen bio-ritmos nocturnos. Tres y media de la madrugada. Estudio de grabación. Amy Winehouse y Mark Ronson, mano a mano

, preparando el nuevo material de la cantante. Sobre sus nuevas canciones ha trascendido poco. Más bien nada, pero seguro que sorprenderá porque Amy no suele dejarnos indiferentes.

La primera sorpresa, precisamente, ha sido enterarnos de que estaba metida en un nuevo proyecto. Y es que desde la aparición de Black to Black en 2007, las fuentes de inspiración de la artista de origen judío estaban yermas.

Precisamente fue este segundo disco, quién la catapultó a la cima. Y muchos pensamos que Amy podría morir de éxito. Sus excesos han devorado al personaje que a punto ha estado de caer en las llamas del averno en más de una ocasión.

Pero parece ser, que cual Ave Fenix, Amy Winehouse resurge de sus cenizas y se ha metido en el estudio a trabajar en el que supondrá su tercer álbum discográfico, según ha dicho el popular bloguero Perez Hilton.

Precisamente, fue en su anterior disco, cuando comenzó su relación profesional con el neoyorkino Mark Ronson, habitual de Lily Allen, Robbie Williams y Christina Aguilera.

A diferencia de áquel, que se grabó en Nueva York, las canciones de este nuevo disco se están fraguando en la vorágine de la vida londinense. London versus Nueva York, sería un buen slogan para este nuevo lanzamiento, del que aún se desconoce fecha y que tiene ante si un difícil reto: lograr cinco galardones en la 50º edición de los Premios Grammy, alcanzar el nº1 en EEUU y Europa durante varias semanas consecutivas, y hacer ganar a Amy, otro Brit Award en la categoría de Mejor Artista Británica.

(Fotografía: Universal Music)
Fuente: los40.com