LOS ANGELES (AP) – «American Idol» fue el coloso que dominó la televisión en la primera década del nuevo milenio, generando los máximos niveles de audiencia,

una buena dosis de rumor y un puñado de estrellas rentables incluidas Kelly Clarkson, Carrie Underwood y Jennifer Hudson.

«Esto, es ‘American Idol»’, proclamó el anfitrión Ryan Seacrest por primera vez en el 2002, y la competencia de canto que tomó al público por sorpresa regresó año tras año con fuerza.

El que pueda mantener su estatus este año, y más aún una segunda década, es una interrogante crucial tanto para la cadena Fox como para sus rivales y el aparentemente inagotable pozo de aspirantes a cantantes que lo ven como un atajo al éxito.

Es un reto para una serie que, entrando en su novena temporada el martes, atraviesa su mayor reorganización con la llegada de Ellen DeGeneres como jueza en reemplazo de Paula Abdul, en un panel que incluye a Simon Cowell, Randy Jackson y, de regreso por segundo año, Kara DioGuardi.

¿Podrá «Idol» mantenerse como el programa No. 1, lugar que ha mantenido por cinco años entre todos los televidentes y por seis entre el grupo demográfico de 18 a 49 años, el favorito de los anunciantes?

Sí, dice la analista de la industria Shari Anne Brill. Al menos por ahora.

«Seguirá siendo el programa más visto este año», dijo Brill, de Carat USA. Después, añadió, es un juego de azar, especialmente si el ácido Cowell decide retirarse al finalizar esta temporada y «Idol» se priva de su filosa mordida.

Los productores del show y Fox están contentos con el panel de jueces pero dicen que quienes más cuentan son los «chicos», su término favorito para los concursantes -en su mayoría veinteañeros- que buscan de un contrato discográfico y una carrera musical, como el ganador del año pasado Kris Allen y el primer finalista Adam Lambert.

En grupos focales con televidentes, lo que provoca más emoción son los concursantes, dijo el ejecutivo de Fox Preston Beckman, agregando que «ellos quieren apoyar a alguno y ver quien gana».

DeGeneres trae «algo único y será la persona cariñosa del programa y creará una dinámica interesante con Simon. Pero al final del día, no llevará sobre sus hombros la responsabilidad del programa», declaró.

Cecile Frot-Coutaz, productora ejecutiva de «Idol», dijo que cifra grandes esperanzas en el futuro.

«Gracias a Dios es un acontecimiento, como un evento deportivo, así que está por encima de todo lo demás», expresó.

El costo para sus anunciantes también va en ascenso. Un anuncio de 30 segundos en «Idol» costaba alrededor de 500.000 dólares a principios de la temporada pasada y más de 600.000 dólares en la jornada final, según la firma de compra de espacios para anuncios comerciales Initiative. Otros 10 populares programas de televisión cobran alrededor de 250.000 dólares por anuncios de medio minuto.

Una señal prometedora para «Idol» es el panorama de la TV en general. Tras años perdiendo televidentes ante los canales de cable y otras distracciones como Internet, tres de las cuatro principales cadenas (Fox entre ellas) mostraron un inesperado incremento en sus índices de audiencia en relación con el 2008, al comenzar la nueva temporada.

El índice de audiencia de «American Idol» ha estado cayendo desde su máximo de 2005, cuando promedió 30 millones de espectadores semanales, según el jefe de investigación de Horizon Media, Brad Adgate. La edad media de los televidentes también subió, de casi 32 años en la primera temporada a unos 44 el año pasado.

En un intento por atraer el voto de los jóvenes, las promociones de Fox de «American Idol» prometen una experiencia «más auténtica, cruda y emotiva», dijo Beckman, refutando cualquier idea de que el programa «perdió su esencia».

Una jueza invitada como Katy Perry representa el tipo de artista que atrae adolescentes y adultos jóvenes, dijo. Perry, Victoria Beckham y otras celebridades se turnaron para llenar el puesto que dejó Abdul durante las grabaciones de las audiciones alrededor del país, con las que empieza la temporada.

Los espectadores más jóvenes son especialmente atraídos por artistas como Lambert y la finalista de origen salvadoreño Allison Iraheta, que son «un poco más filosos», dijo Beckman, así que ese fue un foco en la búsqueda de concursantes.

Las audiciones de este año fueron provechosas, dijo Frot-Coutaz.

«Tenemos chicos buenos y también algunos chicos que vienen al programa con historias reales, que tienen ese tipo de meollo emocional que uno necesita para ser un gran artista», declaró, incluso algunos con vidas difíciles que ven el show como un «salvavidas».

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En Internet:

http://www.idol.com