El cantautor español realizó un emotivo recorrido por los éxitos de sus 25 años de carrera artística en la capital colombiana.
Bogotá.- Con una dualidad de fiesta y romanticismo se vistió el Centro de Eventos Autopista Norte de Bogotá este sábado, para recibir a Alejandro Sanz, quien presentó su gira Sirope por Colombia en su paso por América Latina. Nuevas canciones y clásicos de siempre se mezclaron para lograr la felicidad de los fanáticos asistentes.
Con total puntualidad. A las 9:00 pm, ni un minuto más ni un minuto menos, empezaron los primeros acordes para emocionar al público. “Colombia, tierra querida. Colombia, tierra querida”, entonó Alejandro Sanz para despertar los gritos más emocionados. “El silencio de los cuervos” fue la primera canción del repertorio.
“Nuestra vida no es nada sin esto que pasa aquí en el escenario. Queremos agradecerles de todo corazón que hayan venido esta noche”, dijo el cantautor español a las cinco mil personas que colmaron el recinto para verlo sobre el escenario en la gira que sirve para presentar los temas de su décimo disco de estudio, llamado “Sirope”.
Vestido de jeans, chaqueta negra y una franela con la leyenda “I Love BTA” (Yo quiero a Bogotá), Alejandro Sanz bromeó con su sonrisa de medio lado: “Este es su concierto. Disfrútenlo como quieran. Yo no les voy a decir nada. Bésense. Abrácense. Prométanse cosas imposibles. Esta es la noche para hacerlo”. Acto seguido, las parejas del público empezaron a besarse y hablarse al oído.
“Desde cuándo”, “Quisiera ser”, y “No me compares” siguieron el ritmo de la noche. “Si Dios nos hablara, nos hablara con el idioma de la música, porque la música nos acompaña en los buenos momentos, la música nos acompaña en los malos, y nos acompaña hasta en los momentos que quisiéramos olvidar”, comentó el artista antes de interpretar “La música no se toca”, emotiva canción que Alejandro Sanz compuso para hacer un homenaje al lenguaje de los ritmos y melodías.
El ganador de 17 Grammys Latinos y tres Grammys Americanos, emocionó a más no poder a los asistentes a su concierto con un Medley con sus clásicos románticos. “Amiga mía”, “Mi soledad y yo”, “Ella” y “Corazón partío”, fueron sin duda las más coreadas de la fría noche bogotana.
“Labana”, “Camino de rosas” y “Un zombie a la interperie” precedieron a “Looking for Paradise”, que Alejandro Sanz canta originalmente con Alicia Keys pero que en esta oportunidad interpretó con Sara Devine, su corista, quien tiene una voz prodigiosa y potente.
En medio de su presentación, el talentoso cantautor español también hizo una reflexión: “Mi América Latina querida. Hay cosas que no se dicen. Hay cosas que se gritan. La libertad se grita”, expresó durante los coros de “No es lo mismo”, tema que seleccionó para presentar a los miembros de su banda, entre los que se destaca Mike Ciro, maravilloso guitarrista y director musical de la gira. La canción también fue propicia para realizar la “falsa despedida” y abandonar el escenario.
Luego de varios minutos de fuertes aplausos y gritos, Alejandro Sanz volvió a un escenario oscuro, iluminado solamente con un haz de luz sobre el piano colocado en medio de la tarima. Una impecable interpretación de “Lo ves” únicamente usando las teclas y su voz, sacaron algunas lágrimas en el público.
Trompetas y un aire de mariachi se apoderaron del escenario para interpretar “A que no me dejas”. La tarima nuevamente se encendió de colores para la alegre “Capitán Tapón”, canción que el cantante le compuso a su pequeño hijo Dylan. Dos horas después de su inicio, el concierto terminó con “Viviendo deprisa”, tema que fue lanzado en 1991 y que significa el primer gran éxito de su carrera.
Detrás del escenario
Durante la prueba de sonido, Alejandro Sanz y sus músicos recibieron en tarima a varios niños de la Fundación Jerónimo Soy Muy Feliz, institución en Bogotá que brinda apoyo a diversos proyectos para hacer más llevadero el cáncer infantil.
Antes de empezar el concierto, Manuel Peña y César Hernández Galindo, representantes de la empresa discográfica Universal Music, le entregaron Disco de Platino a Alejandro Sanz por las ventas de su producción “Sirope” en Colombia y en Ecuador.
