Alejandra Rivera, mejor conocida como ‘La Jarocha’, protagoniza la portada del mes de junio de la revista Playboy México.

Alejandra Rivera es una de las conductoras de televisión más sexys de México, ha participado en programas como ‘Guerra de Chistes’ y ‘Estrella2’, actualmente participa en la obra de teatro ‘La semesienta’.

En el 2015 posó para la revista H y ahora es la portada del mes de junio de Playboy México, en donde luce más sexy que nunca.

La Jarocha – Alejandra Rivera en Playboy

¿Cuándo te diste cuenta de que tenías gracia para contar chistes?
Toda la vida. A mis amigos y mi familia les gustaba mi carisma. Pero sobre todo en familia, siempre estaban con el típico: “cuéntanos un chiste”. Nunca falta la sobrina chistosa y en mi caso era yo.

Sin embargo, muchas de las cosas que dices son precisamente las que nunca debe decir “una señorita”, ¿cómo lidiaste con esa parte?
Siempre estuve rompiendo esquemas. Nunca he sido una mujer que obedezca los patrones sociales. Si una “señorita” debe comportarse así o asado, me vale. A mí me gusta hacer lo que me hace feliz.

¿Nunca te lavaron la boca con jabón?
Mi mamá lo intentó varias veces. Me decía: “tanto que invertí en tu educación para que terminaras contando chistes.

Hay un dicho que establece: “el que te hará reír, te hará gemir”, ¿funciona también para las mujeres?
Sí, creo que ser tan auténtica, sin poses, me ha ayudado a contar mejores chistes y a que la gente me quiera más. Porque además no me gusta la gente amargada. ¡Mi marido me hace reír mucho y yo a él!

¿Qué tan complicado es trazar una línea entre la mujer que vemos en pantalla y la que eres tú bajo el escenario?
No es difícil, porque mi familia y mis amigos saben perfectamente quién soy. Arriba del escenario soy Ale La Jarocha, pero en mi hogar soy Ale, un ama de casa dedicada y entregada.

Tú te dedicas a hacer reír, ¿qué te hace llorar?
Lloro poco, pero sí lloro. Por ejemplo, cuando la gente que amo está sufriendo. Lloré cuando nació mi hijo, cuando me dijeron que no iba a sobrevivir o cuando mi trabajo me apartó de él. He perdido a dos mejores amigos y aprendí a disfrutar la vida. Por eso creo que sonriendo derribo cualquier muro.

¿Cómo era tu vida en Veracruz?
Tuve una infancia muy humilde y muy feliz. Siempre me gusta presumirla porque fue muy divertida. Hasta los diez años viví en el rancho, entre burros y caballos de dos y cuatro patas. Me gustaba mucho hacer ejercicio, nada de vicios. Todo era bonito.

¿Sufriste un shock cuando llegaste al df?
Sí, como la India María en la película en la que llega a vender naranjas con su burro Filemón. Sentí que la Ciudad de México me comería, tenía pavor. Llegué a los 16 años a Televisa, a hacer Atínale al precio. La vida era muy rápida, pero mi mejor amigo nunca me dejó caer.

Siendo una mujer atractiva y viniendo de provincia, pudiste ser víctima de algún hombre pasado de listo, ¿fue tu caso?
No, porque me crié entre hombres, tengo hermanos y primos mayores. Aprendí a darles en su madre. Literal. No me dejo y hasta la fecha, al que se pase y me lance un piropo en la calle, algo humillante, me le pongo al brinco. Sé defenderme.

Cuando das shows en palenques o sitios más bravos, ¿sucede que haya quien no distinga aLa Jarocha de Alejandra?
Me acaba de pasar. Fuimos a dar función a Matamoros y un mesero me pidió una fotografía. ¡Me agarró la nalga! Pero le dije: “para que tengas una vieja como yo, no tienes que hacer estas pendejadas”. Y le di un cachetadón. Es una inmadurez pensar que soy el mismo personaje arriba y abajo. Me tienen que respetar porque soy una mujer y no tienen derecho a tocarme.

En México parece que las mujeres no tienen derecho a vestir y a expresarse como deseen.
Es absurdo. Hay quienes no quieren ver a los lados, sólo hacia adelante, como los caballos a los que les tapan los ojos. Pero si yo me pongo un short, no estoy diciendo que quiero que me falten al respeto, como tampoco un hombre que utiliza los pantalones ajustados necesariamente es gay. Hay gente que me mira como si me quisiera comer con la mirada y eso no es lo mismo que admirar el cuerpo de una mujer.

¿Qué dice tu esposo (el tenista César El Tiburón Ramírez) de que poses para Playboy?
Primero no podía creer que me llamaran. ¿Es neta?, me preguntaba. No es fácil ser mi pareja,lo entiendo. Tendrá que asimilar que no es fácil compartir algo que es sólo de él. Aunque yo le digo: todos admiran, pero nadie toca.


Te casaste con él a los 15 días de conocerse en persona; ¿así eres de acelerada para todo?
Sí, nos enamoramos muy rápido. Después de cuatro años de sólo platicar por whatsapp y no podernos ver, de que cada uno tenía otra relación, se dio al oportunidad de vernos el 16 de diciembre. Fue amor a primera vista. Platicábamos y yo decía: “qué bonitos saldrán mis hijos”. Planeamos la boda en ocho días.

Tu portada será un regalo para los papás, ¿te gusta la idea?
Sí, para todos menos para el mío (risas). (Fuente: skapate)