La estrella para adultos tiene una acumulación de sangre en su pecho, la cual podría acabar con su vida
Ser una estrella porno con unos de los pechos más voluptuosos de la industria podría matar a Elizabeth Starr, de 43 años, por la acumulación de coágulos de sangre en sus senos.
En 1999, la actriz estadounidense se realizó un implante de senos de polipropileno, conocidos como implantes de cadena, por un costo de 5 mil dólares (65 mil pesos aproximadamente). La operación consiste en colocar polipropileno sintético en los pechos. El fluido genera la producción de un líquido que provoca que los pechos se expandan continuamente.
Los implantes fueron prohibidos en Estados Unidos y Europa en 2001 debido a las complicaciones quirúrgicas que representan. «Hay mucho tejido cicatrizado en mis pechos que está afectando el flujo de sangre hacía el cuerpo y puede causar coágulos de sangre fatales», dijo Starr al diario The Sun.
De acuerdo con los médicos, Starr debe someterse a una doble mastectomía, ya que el único método para salvar su vida, sin embargo la actriz se resiste a retirarse sus enormes senos, pues perdería su fama en la industria porno.