Iggy Azalea no es Rihanna, ni Beyoncé, ni por supuesto Miley Cyrus. La llaman »la lady Gaga australiana», pero Iggy no quiere pop.
Ella, barbie underground, tatuada callejera con andares del Bronx, se mueve como pez en el agua no por la barrera de coral, que sería lo propio, sino por los suburbios contraculturales del hip-hop.
Y eso que no mamó marginalidad en su niñez de comuna hippy anticonsumista, en ese edén con olas de las antípodas que es Mullumbimby, un nombre que habría enloquecido a Gauguin. Allí se crió esta rubia de piernas larguísimas y mallas apretadas, con cara de chica mala que es en el fondo buena y sentido del espectáculo descomunal.
Mientras su padre, devoto del cómic y pintor, levantaba la casa familiar ladrillo a ladrillo con las manos llenas de fe bohemia, Amethyst (su verdadero nombre, que significa amatista) soñaba con hacer las Américas. Y las hizo: dijo que se iba con un amigo de vacaciones y se quedó. A sus tempranos 16 años, ya dándole al rap, sin Chevrolet ni mapa de la ruta 66, pero con un entusiasmo comparable solo al de los pioneros.
En esta carretera no se cruzó con Kerouac, pero buscó desesperadamente a Beyoncé, hasta que fue a recalar, tras una estancia en South Beach (en el playero Miami), al Houston natal de la megaestrella Knowles, y allí empezó el bamboleo de sus caderas que la llevó como si fuera un río de oro a Los Ángeles. Todo fue triunfar, aprovechándose hasta la exageración de las redes sociales y con un descaro de pin-up deslenguada que ni Madonna en su hora feliz.
Metida de lleno en el papel y colgada del brazo de su novio, el jugador de la NBA Nick Young, en un alarde de mestizaje que es casi un antídoto contra los incrédulos (¿una reina del rap?), se ha colocado a la altura de los Beatles. Ha llegado a acaparar en un golpe de suerte los dos primeros puestos de la Billboard, la lista que es el termómetro musical de Estados Unidos. Pero Iggy (nombre de su perro) Azalea (vivía en Azalea Street), tan tigresa, prefiere a los Rolling Stones, mientras es coronada como “la rapera más sexy”. La colegiala exuberante, la marilyn envuelta en sábanas de satén, la camionera despampanante y la erótica ama de casa –personajes de sus vídeos–, está en el subconjunto de cantantes que rasgan a jirones los clichés del rap.
¿Quién es?
● Amethyst Amelia Kelly nació en Sidney en 1990. Se fue a vivir a Mullumbimby (Nueva Gales del Sur), cuando era bebé. Y a Estados Unidos con 16 años.
● Cambió los estudios por el rap. En 2001 comenzó a subir vídeos a Youtube: Pu$$y y MyWorld se hicieron virales.
● La pasada primavera publicó su primer álbum de estudio, The new classic. Ahora triunfa con su single Fancy.
● La MTV la ha contratado como presentadora de un programa de moda y hará su aparición estelar en la próxima entrega de la saga de acción Fast & Furious.
Mujer hoy – A. Castillo