Hilary Swank tiene un mantra muy sencillo por el cual vive su vida. “No creo en las fronteras para la gente,” dice. “Creo que vivimos una sola vida y es corta y fugaz por lo que si no estás persiguiendo lo que te hace feliz, ¿cuál es el objeto?”  
Es indudablemente el tipo de afirmación audaz que Amelia Earhart hubiera apreciado y de hecho la aviadora pionera vivió su increíble vida al máximo, rebasando las fronteras, haciendo estallar las ideas preconcebidas sobre lo que las mujeres podían lograr y buscando la aventura donde pudiera encontrarla.  

Fue una vida remarcable y una vida que Swank se siente privilegiada de llevar a la pantalla grande en Amelia. “Cualquier persona que sepa algo sobre ella sabría instantáneamente por qué quise interpretar a Amelia,” dice. “Fue una mujer extraordinaria y muy moderna para sus tiempos, y en realidad si viviera ahora seguiría siendo moderna para estos tiempos.  

“No ofrecía disculpas por ser la mujer fuerte que era y no ofrecía disculpas por vivir su vida como ella quería. Estaba motivada para seguir su sueño y defendía a otras personas, apoyaba a las mujeres, fue una escritora prolífica y un ser humano poco común.”   

Earhart nació en Atchison, Kansas en 1897. Su muy adorado padre era abogado e inventor y su madre ya había mostrado un espíritu pionero como la primera mujer en escalar el Pico de Pike en Colorado.  

Su hija pasaría a la historia como la primera mujer en volar a través del Atlántico en 1928 como pasajera, una hazaña que sobrepasaría cuatro años después como la primera mujer, y la segunda persona, en volar en solitario por el mismo océano.  

Swank, doblemente ganadora del Óscar como Mejor Actriz admite que tan encantada como estaba de tener la oportunidad de interpretar a tal mujer, también se sentía intimidada. “Mi trabajo es atemorizante a veces porque me gusta escoger papeles que representen un desafío para mí,” dice.   

“Me gustan los papeles que no sé si voy a poder lograr interpretar o si voy a hacerlos desmerecer o si voy a ser el punto más débil y arruinarlo todo. 

“Pero me gusta despertarme con ese reto a diario cuando estoy trabajando. Lo encuentro muy satisfactorio. Permites que te avienten lodo porque tú te colocas en esa posición. También es lo que hace que la vida sea interesante porque no sabes cómo va a resultar.”  

Interpretar a una mujer de la vida real – y además una figura histórica e icónica – – también añadió al reto. “Definitivamente. Todo el mundo tiene ideas sobre Amelia. Sus imágenes están por todos lados. Era un ícono del estilo y todos tenemos una idea de quién era así que eso fue particularmente desafiante.”  

Swank es una actriz que ama sumergirse en un papel. Efectivamente, sus actuaciones doblemente merecedoras del Óscar son prueba de su planteamiento meticuloso. Para Los Muchachos No Lloran, en donde interpretó a una adolescente transexual, vivió como hombre durante un mes antes de que comenzara la filmación.  

Para la remarcable película Golpes del Destino, dirigida por Clint Eastwood,  Swank se embarcó en un riguroso régimen de entrenamiento para aumentar 10 kilos de músculo y así poder interpretar convincentemente a una boxeadora.  

Y para poder hacer convincentemente el papel de Earhart en Amelia, Swank aprendió a volar una aeronave ligera. “Ésa fue una de las cosas más importantes porque obviamente no puedes interpretar a Amelia Earhart sin aprender a volar,” se ríe. “Creo que podría trastornarla. Así que aprendí a volar y fue algo que hice con pasión.”  

Earhart tenía una vida personal compleja. Amó a y se casó con el hombre de negocios George Putnam (interpretado por Richard Gere en la película) y tuvo un apasionado romance con su compañero piloto y pionero de la industria aeronáutica estadounidense Gene Vidal, padre del célebre autor Gore, quien es llevado a la vida en pantalla por Ewan McGregor.

“En realidad llamé a Ewan y le dije ‘Creo que serías un Gene Vidal perfecto, ¿podrías ver el libreto?’ Y me dijo ‘Me encantaría’ Había estado buscando algo que pudiéramos hacer juntos desde hace mucho tiempo y luego me dijo ‘De hecho estoy tomando lecciones de vuelo’ así que ambos hablábamos de obtener nuestras licencias y compartir un avión.”  

Para frustración de Swank, aunque comprensiblemente, al hacer la película no se le permitió volar sola por cuestiones de seguros. ¿Puedes imaginarlo? ¡Estoy tratando de obtener mi licencia de piloto para interpretar a Amelia Earhart y luego se estrella el avión!’ se ríe. “Así que no, no pude obtener mi licencia pero es algo que definitivamente voy a seguir.”  

Cuando das un vistazo al impresionante currículum de Swank es tentador creer que busca papeles donde puede interpretar a mujeres fuertes que superan una gran adversidad. La actriz misma hace una pausa para reflexionar sobre eso.   

“Únicamente puedo decir que no es que yo busque ese tipo de personajes,” reflexiona. “No es como si llamara a mis agentes y les dijera ‘tráiganme las mujeres desafiantes que no tienen miedo de seguir sus sueños’ o algo por el estilo. “Creo que lo que ocurre es que cuando llegan libretos a mi escritorio o hay un fuego que se enciende en mi estómago o no lo hay. O lo veo o no lo veo. Así que no diría que estoy buscando cosas en particular. Es simplemente lo que enciende mi fuego.”  

Swank admite que cuando ganó su primer Premio de la Academia por Los Muchachos No Lloran en 2000 sintió mucha presión para alcanzar los altos estándares de actuación que eso marcaba. Pero la presión venía sobre todo de adentro.  

“Cuando ganas un Premio de la Academia y estás tan joven y no eres conocida realmente por ninguna otra cosa, excepto por esa película, piensas ‘¿a dónde voy de aquí?’ Has tenido un reconocimiento increíble por tu trabajo y eso es algo que nunca esperabas que sucediera.  

“Entonces te presionas horriblemente para tratar de ser mejor y mejor – así que ya sabes, no puedes arruinarlo ahora. Y nunca va a ocurrir porque vas a cometer errores, vas a hacer alguna película que no funcione y la perfección no existe.”   

También se mantiene como, discutiblemente, su mayor crítico y eso, tal vez, es la clave de lo que hace que Swank sea una actriz tan extraordinaria. 
 “Veo Los Muchachos No Lloran y Golpes del Destino y veo los defectos. Veo dónde podría haber sido mejor. Y es genial porque todavía tengo mucho que siento que puedo aprender y lograr y nunca quiero reposar en mis laureles y decir ‘sí, va a ser fácil de ahora en adelante.’ De hecho mucha gente me dice ‘bueno, ya ganaste un Óscar, ya puedes descansar’ Pero yo respondo, ‘¿descansar? ¡Ni soñarlo!”  

Hacer Amelia fue un privilegio, dice, porque Amelia Earhart representó tanto para tantas mujeres de su propia generación y ciertamente, las que la han seguido.  

“Después de interpretar a Alice Paul en Iron Jawed Angels aprendí mucho de las sufragistas y todo lo que hicieron para que las mujeres obtuvieran el derecho de voto así que no diría que ella hizo más que las sufragistas, pero sí fue una parte enorme de eso.  

“Habló por las mujeres en la Casa Blanca todo el tiempo. Tenía una gran relación con Eleanor Roosevelt y ella la escuchaba, así que hizo mucho por las mujeres.  

No sólo fue Earhart un gran ejemplo para las demás mujeres por sus impresionantes hazañas, también fue una mujer que motivó a las demás aunque se les pudiera llamar competidoras. Es una lección que Swank cree que debe tomarse a pecho hoy en día.  

“Creo que una de las mejores cosas que hizo por las mujeres fue apoyar a otras mujeres. Y creo que eso es algo que se ha perdido un poco de entonces a ahora.  

“No creo que las mujeres apoyen a las demás mujeres tanto como podrían, especialmente a las mujeres exitosas. Creo que las mujeres ayudan a las mujeres desfavorecidas pero cuando se trata de mujeres que son realmente exitosas, creo que las otras mujeres son mezquinas con ellas.  

“Así que ella fue un gran recordatorio de que estamos en un mundo que ya es suficientemente difícil para las mujeres  y que debemos apoyar a las demás mujeres y no sentirnos amenazadas por ellas sino sentirnos poderosas gracias a ellas.”   

Swank viene de orígenes humildes en Lincoln, Nebraska y nunca ha olvidado eso. Es, dice, una parte esencial de quién es y le ha dado una fina apreciación de la vida que lleva ahora, trabajando en una forma de arte que claramente adora.  

“Tengo muy buenos amigos a mi alrededor, una familia maravillosa, y creo que mis orígenes, de dónde vengo y cómo crecí, no es algo que pueda olvidar. Me ayuda a no dar por sentado lo que tengo. Realmente aprecio que puedo viajar y ver el mundo, y que puedo pagar mis deudas.  

“Es una sensación increíble poder decir que puedo realmente comprar ese par de zapatos y mis víveres, y no lo doy por sentado. No lo olvido jamás y aprecio una oferta tanto como el de junto. Pienso sobre cómo estoy gastando mi dinero y me gusta gastar mi dinero en mi familia. Creo que es importante no olvidar de dónde vienes.”  

También enfatiza que tuvo una niñez feliz en medio de una familia amorosa. Podrá haber vivido en un remolque en algún momento de sus años de infancia pero eso no significa que no fuera un hogar feliz.   

“Para mí cuando la gente dice ‘wow, ¡creciste en un parque de remolques!’ realmente no lo sentía así, no me sentía como ‘bueno, pobre de mí, vivo en un remolque’ No fue una mala experiencia. Tenía un techo sobre mi cabeza y tenía comida así que ser pobre y tener esas experiencias no fue algo negativo.”  

Swank es accesible, atractiva y graciosa. Sabe que la intensidad que le aporta a un papel a veces lleva a la gente a suponer que puede ser seria y algo imponente en la vida real. Desde luego no es el caso.  

“Si acaso, creo que uno de mis problemas es ser tomada demasiado en serio,” se ríe. “Y eso es por la naturaleza de mi trabajo. Todo mundo dice ‘¡cuando supe que te iba a conocer pensé que ibas a ser muy intensa!” Y eso tiene sentido para mí porque mis películas son bastante intensas. Pero eso es sólo el trabajo. Lo tomo en serio. Pero realmente no soy así cuando no estoy trabajando.”  

Y permanece decidida a vivir con ese mantra – de seguir empujando los límites y tomar todas las oportunidades que le lleguen. “Me han preguntado muchas veces ‘¿cuál sería el papel de tus sueños?’ Pero he sido lo suficientemente afortunada para obtener muchas oportunidades de hacer los papeles de mis sueños.  

“El sentarme y hablar de estas películas, una y otra vez, es únicamente un recordatorio de que me están retando y realmente, me están dando los papeles de mi vida. Es un recordatorio de que estoy viviendo un sueño.”  
 

Preguntas y Respuestas:

P: ¿Por qué Amelia Earhart?

 
R: Pues la viste ¿no? Por eso. Cualquiera que sepa algo de ella sabría inmediatamente por qué quería interpretar a Amelia. Fue una mujer extraordinaria y moderna para sus tiempos aún entonces y de hecho, si viviera ahora seguiría siendo moderna para estos tiempos. No ofrecía disculpas por ser la mujer fuerte que era y no ofrecía disculpas por vivir su vida como ella quería. Estaba motivada para seguir su sueño y defendía a otras personas. Apoyaba a las mujeres, fue una escritora prolífica y un ser humano poco común.  

P: ¿Dirías que sus acciones hicieron más, de alguna forma, por el movimiento feminista que las sufragistas?
 
R: No diría que hizo más. Diría que fue un esfuerzo de grupo. Es decir, después de interpretar a Alice Paul en Iron Jawed Angels, aprendí mucho de las sufragistas y todo lo que hicieron para ayudar a que las mujeres obtuvieran el derecho de voto así que no diría que ella hizo más que las sufragistas, pero sí fue una parte enorme de eso. Habló por las mujeres en la Casa Blanca todo el tiempo. Tenía una gran relación con Eleanor Roosevelt y ella la escuchaba, así que hizo mucho por las mujeres, pero creo que una de las mejores cosas que hizo por las mujeres fue apoyar a otras mujeres y creo que eso es algo que se ha perdido un poco de entonces a ahora. No creo que las mujeres apoyen a las demás mujeres tanto como podrían, especialmente a las mujeres exitosas. Creo que las mujeres ayudan a las mujeres desfavorecidas pero cuando se trata de mujeres que son realmente exitosas, me parece que las otras mujeres son mezquinas con ellas. Así que ella fue un gran recordatorio de que estamos en un mundo que ya es suficientemente difícil para las mujeres  y que debemos apoyar a las demás mujeres y no sentirnos amenazadas por ellas sino sentirnos poderosas gracias a ellas.  

P: Has interpretado a varios personajes que han entrado a mundos masculinos – como el boxeo – y ahora los primeros años de la aviación. ¿Qué es lo que te gusta de eso?
 
R: Bueno, no creo en los límites para las personas. Creo que vivimos una sola vida y es corta y fugaz por lo que si no estás persiguiendo lo que sea que te haga feliz, ¿cuál es el objeto? No creo que deban imponerse límites a las personas ya sea por ellas mismas, por la sociedad o por otro sexo porque es nuestro derecho de nacimiento estar en este mundo y experimentar la vida en la forma en que mejor nos acomode.  

P: ¿Sentías aprensión de tomar este papel?  

R: No podía esperar. Me gustan los papeles que no sé si voy a poder lograr interpretar o si voy a hacerlos desmerecer o si voy a ser el punto más débil y arruinarlo todo. Pero me gusta despertarme con ese reto a diario cuando estoy trabajando. Lo encuentro muy satisfactorio. Permites que te avienten lodo porque tú te colocas en esa posición. Pero también es lo que hace que la vida sea interesante porque no sabes cómo va a resultar.  

P: ¿Y cabe suponer que interpretar a alguien que realmente existió es un mayor desafío aún?  

R: Definitivamente. Todo el mundo tiene ideas sobre Amelia. Sus imágenes están por todos lados. Era un ícono del estilo y todos tenemos una idea de quién era así que eso fue particularmente desafiante. Creo que es definitivamente parte del reto cuando interpretas a alguien que realmente existió, que todo mundo tiene una idea acerca de ellos, especialmente con alguien como Amelia.  

P: Eres conocida por tu muy exhaustiva preparación para tus papeles. ¿Cómo te preparaste para interpretar a Amelia Earhart?

R: Bueno, una de las cosas más importantes fue aprender a volar porque obviamente no interpretas a Amelia Earhart sin aprender a volar. (se ríe) Creo que podría trastornarla. Así que aprendí a volar.  

P: ¿Estabas ansiosa o fue algo que hiciste con gusto?  

R: Lo hice con gusto. Sí, con mucho gusto. En realidad llamé a Ewan (McGregor), y le dije ‘Creo que serías un Gene Vidal perfecto, ¿podrías ver el libreto?’ Y me dijo ‘Me encantaría’ Había estado buscando algo que pudiéramos hacer juntos desde hace mucho tiempo y luego me dijo ‘De hecho estoy tomando lecciones de vuelo’ así que ambos hablábamos de obtener nuestras licencias y compartir un avión.  

P: ¿Hubo alguna rivalidad entre ustedes cuando aprendían a pilotar? 
 

R: Qué, “¡Puedo despegar más rápido que tú!” (se ríe) “¡Tú obsérvame!” No, sólo hubo mucho apoyo.   

P: ¿Estudiaste películas viejas de Amelia?

R: Sí, y hay mucha literatura sobre Amelia. Hay una abundante cantidad de literatura y podrías pasar literalmente años preparándote. Algo que fue complicado fue su acento. Es un acento muy difícil de hacer porque tenía el acento de esa época, pero al mismo tiempo era del medio este y bastante humilde, y a veces ese acento de época puede oírse algo esnob, y así no era ella para nada. Tenía los pies bien puestos en la tierra así que fue complicado encontrar el equilibrio. Tomó mucho tiempo; me tomó más de cuatro semanas para intentar hacerlo por primera vez; tal vez ocho semanas y me gustaría haber tenido más tiempo. Cuando comencé pensé ‘ah, me hace falta un poco más de tiempo con esto para vivir con ella un poco más…’  

P: ¿Obtuviste tu licencia de piloto?

 
R: No, aún no. No me permitieron volar sola por cuestiones de seguros. Obviamente, puedes imaginarlo, (risas) estoy tratando de obtener mi licencia de piloto para interpretar a Amelia Earhart ¿y luego se estrella el avión? Así que no, no pude obtener mi licencia pero es algo que definitivamente voy a seguir.  

P: Obviamente te gustan los papeles con los que puedes identificarte. Frecuentemente interpretas a mujeres fuertes que superan una gran adversidad. ¿Ves un paralelo contigo misma?  

R: Sabes que ya pasaron diez años desde Los Muchachos No Lloran y salió en la tele el otro día. Es increíble pensar que han pasado 10 años y para mí el ver las elecciones que he hecho y poder ver las cosas en común entre los personajes que he interpretado. Únicamente puedo decir que no es que yo busque ese tipo de personajes,” reflexiona. “No es como si llamara a mis agentes y les dijera ‘tráiganme las mujeres desafiantes que no tienen miedo de seguir sus sueños’ o algo por el estilo. Creo que lo que ocurre es que cuando llegan libretos a mi escritorio o hay un fuego que se enciende en mi estómago o no lo hay. O lo veo o no lo veo. Así que no diría que estoy buscando cosas en particular. Es simplemente lo que enciende mi fuego.  

P: ¿Cómo ha cambiado tu vida después de dos Óscares? ¿Eso te aumenta la presión cada vez que actúas?  

R: Creo que lo interesante es que es la presión que tú misma te pones. Para mí no fue después de Golpes del Destino, sino después de Los Muchachos No Lloran. Cuando ganas un Premio de la Academia y estás tan joven y no eres conocida realmente por ninguna otra cosa, excepto por esa película, piensas ‘¿a dónde voy de aquí?’ Has tenido un reconocimiento increíble por tu trabajo y eso es algo que nunca esperabas que sucediera. Entonces te presionas horriblemente para tratar de ser mejor y mejor, así que ya sabes, no puedes arruinarlo ahora. Y nunca va a ocurrir porque vas a cometer errores, vas a hacer alguna película que no funcione y la perfección no existe. Veo Los Muchachos No Lloran y Golpes del Destino y veo los defectos. Veo dónde podría haber sido mejor. Y es genial porque todavía tengo mucho que siento que puedo aprender y lograr y nunca quiero reposar en mis laureles y decir ‘sí, va a ser fácil de ahora en adelante.’ De hecho mucha gente me dice ‘bueno, ya ganaste un Óscar, ya puedes descansar…’ Pero yo respondo, ‘¿descansar?’ ¡Ni soñarlo!  

P: Bueno, ¿cuáles son los siguientes desafíos entonces?  

R: Betty Anne Waters fue la película que hice inmediatamente después de Amelia y es otra historia verdadera, y fue interesante interpretar a una mujer que está viva. Lo hice antes cuando interpreté a Erin Gruwell en Escritores de La Libertad y es una responsabilidad adicional porque sabes que esta persona va a estar viendo tu actuación y diciendo ‘¡yo no hago eso!’ o ‘¡así no fue!’ o algo. (se ríe). Tienes este temor añadido. Pero es genial y Betty Anne es una hermosa historia sobre el amor entre hermanos y los verdaderos sufrimientos que esta familia enfrentó y cómo infundió la relación entre estos hermanos y cómo siempre están ahí el uno para el otro por su educación. Su relación es la fundación por la que virtualmente sobrevivieron a su infancia así que están ahí el uno para el otro, y a su hermano lo acusaron de homicidio entonces se convierte en abogada para intentar evitarle la pena de muerte. Luego hice otra película llamada The Resident, que es un thriller sicológico con una sensación muy europea. Fue un año muy ocupado para mí. (se ríe)  

P: ¿Cuánto tiempo te das entre películas?  

R: Normalmente me gusta hacer únicamente una película por año sobre todo porque toma unos cuantos meses filmar una película y luego la preparación es de algunos meses y ahí ya va casi medio año, y luego tienes que promocionarla y es un trabajo de tiempo completo, y también me gusta dejar ir al personaje y descansar un poco de él. Así que por lo común no me gusta hacer más que eso. Sí, fue un año ocupado.   

P: ¿Eres el tipo de actriz que se lleva el personaje a casa?  

R: No, he aprendido que es mejor intentar alejarte de él porque primero que nada, un día corto en un set de filmación es de catorce horas, pero ésa no es realmente la norma. Puede ir de quince a dieciséis horas, diría yo, a veces dieciocho horas al día. Entonces prácticamente estás viviendo tu personaje porque cuando dejas el set, estás aprendiendo tus diálogos del día siguiente, y luego durmiéndote. Así que salvo cuando estás dormida casi siempre estás en el personaje. Pero si estás tratando de caminar en él los fines de semana y así, te das cuenta que pierdes un poco la cabeza. (se ríe) Puede ser la razón por la que enloquecen muchos actores. No bromeo, estás ahí, estás ahí metido tan profundamente que creo que realmente es lo que le pasa a muchos actores.  

P: Pareces tener los pies firmemente en la tierra. ¿Qué te mantiene cuerda?  

R: ¿Lo parece? Soy buena actriz entonces, ¿no? (se ríe)     

P: Pero es una industria que te proporciona todo tipo de cosas. ¿Qué haces para mantener los pies en la tierra y la perspectiva?
 

R: Tengo muy buenos amigos a mi alrededor, una familia maravillosa, y creo que mis orígenes, de dónde vengo y cómo crecí, no es algo que olvide. Me ayuda a no dar por sentado lo que tengo. Realmente aprecio que puedo viajar y ver el mundo, y que puedo pagar mis deudas. Es una sensación increíble poder decir que puedo realmente comprar ese par de zapatos y mis víveres, y no lo doy por sentado. No lo olvido jamás y aprecio una oferta tanto como el de junto. Pienso sobre cómo estoy gastando mi dinero y me gusta gastar mi dinero en mi familia. Creo que es importante no olvidar de dónde vienes.  

P: Se ha hecho mucho hincapié alrededor del hecho que por un tiempo viviste en un remolque cuando eras niña. ¿Qué recuerdas sobre esa época?  

R: Para mí cuando la gente dice ‘wow, ¡creciste en un parque de remolques!’ realmente no lo sentía así, no me sentía como ‘bueno, pobre de mí, vivo en un remolque…’ No fue una mala experiencia. Tenía un techo sobre mi cabeza y tenía comida así que ser pobre y tener esas experiencias no fue algo negativo.  

P: ¿Crees que tu educación ha cambiado tu respuesta al reflector de las celebridades y a la intromisión de la prensa?  

R: No lo sé. Creo que cualquier tipo de intromisión es intromisión. Veo que la gente es muy amable y me apoyan aún a través de los momentos difíciles de mi vida. Quiero decir, la naturaleza misma de la actuación significa que tu vida privada está en el aparador. Y sabes, la gente que está en este medio, somos humanos. Pasamos por momentos difíciles y cometemos errores, y ahí estamos para que todo mundo vea y comente y diga cómo lo hubiera hecho diferente. Claro, es fácil juzgar. Es fácil señalar a alguien y decir ‘ay, yo lo hubiera hecho muy diferente.’ Siento un poco que crecí en este medio, lo he estado haciendo durante la mitad de mi vida, más de la mitad de mi vida y es uno de los efectos secundarios de mi trabajo estar bajo ese escrutinio constante. Pero en realidad me siento bendecida. Obtengo muchas oportunidades y mi trabajo me proporciona mucha dicha. Cada vez que estoy en un set de películas, me quedo sentada ahí impactada y el tipo de sorpresa y belleza de lo que llego a formar parte nunca deja de impresionarme.   

P: La película es en parte sobre una mujer que tiene dificultades para ser tomada en serio en un mundo masculino. ¿Encontraste que ése fuera un problema para ti como actriz?  

R: Si acaso, creo que uno de mis problemas es ser tomada demasiado en serio (se ríe) y eso es por la naturaleza de mi trabajo. Todo mundo dice ‘¡cuando supe que te iba a conocer pensé que ibas a ser muy intensa!” Y eso tiene sentido para mí porque mis películas son bastante intensas. Pero eso es sólo el trabajo. Lo tomo en serio. Realmente no soy así cuando no estoy trabajando. Pero claro, hay veces que leo para una película y me dicen ‘vamos a escoger primero al hombre. Y si el hombre pide mucho dinero vamos a escoger a una mujer con el presupuesto, lo que quede del presupuesto para la mujer’ Así que no necesariamente escogen a la actriz idónea para el papel; la hacen con la que actúe por esa cantidad de dinero.   

P: ¿Y cuál es tu respuesta a eso? Dices, ‘bueno, entonces no haré ese proyecto…’
 

R: No, nunca diría eso. No si es algo que realmente quiero hacer. Digo, no me convertí en actriz para hacer una cierta cantidad de dinero. Pero puede ser frustrante. Es frustrante pensar que tienen que escogernos de esa manera. Pero creo que está mejorando.    

FIN