Mikkey Dee, baterista del grupo Motörhead confirmó que tras la muerte de Lemmy Kilmister el grupo se acaba


La muerte del líder del emblemático grupo británico de heavy metal Motörhead, Ian Lemmy Kilmister, significa también el fin de la banda, aseguró el baterista, Mikkey Dee, al diario sueco Expressen.

    Se acabó Motörhead, por supuesto. Lemmy era Motörhead, pero la banda seguirá viva en el recuerdo de mucha gente. No haremos más giras. Y no habrá más discos. Pero la marca sobrevive y Lemmy vive en el corazón de todos”, explicó Mikkey Dee, quien aplaudió el coraje de un hombre que siguió cantando y tocando mientras padecía cáncer, la enfermedad que le fue diagnosticada el sábado pasado, dos días después de su 70 aniversario y dos antes de su muerte.

    Se le veía terriblemente demacrado. Agotaba toda su energía en el escenario y después estaba muy, muy cansado (…) Es increíble incluso que llegara a actuar”, afirmó.

El representante de artistas Andrew Goodfriend dijo a The Associated Press que Kilmister falleció en Los Ángeles, California, tras una lucha breve contra un cáncer agresivo.

Figura emblemática del rock y considerado uno de los pioneros del heavy metal, el cantante fue tan famoso por su bigote, patillas y verruga en el rostro como por su música.

    Soy el rock and roll y el rock and roll es yo (I am rock and roll, and rock and roll is me)”, era una de sus frases.

Fue respetado profundamente y reverenciado como un maestro e innovador del rock desde su época con la banda sicodélica Hawkwind hasta Motörhead.

 La noticia de su muerte suscitó un torrente de reacciones y homenajes a su creatividad y su longevidad artística. Compañeros y figuras del mundo del rock, como Ozzy Osbourne (Black Sabbath), Nikki Six (Mötley Crüe) y Gene Simmons (Kiss) expresaron su tristeza por el fallecimiento de Lemmy, a quien consideraron “un guerrero”, “una leyenda” y “un pilar de dignidad”.

Algo que no es para sorprender, pues Lemmy encarnó la cara más fiera y viciosa del heavy por más de 40 años, en los que unió los decibeles y el ruido de los amplificadores con un estilo de vida salvajemente roquero.

    Si piensas que eres demasiado viejo para el rock and roll, es que lo eres”, escribió Kilmister en su autobiografía White Line Fever (2002), un libro en el que resumió con humor las leyendas que le convirtieron en una figura indispensable del rock más duro y acelerado, tanto por sus aventuras sobre el escenario como por sus juergas de sexo, drogas y alcohol entre vestidores.

Lemmy nació el 24 de diciembre de 1945 en Stoke-on-Trent (Reino Unido) y creció bajo el cuidado de su madre, ya que su padre lo abandonó a los pocos meses de nacer.  “Mi primer recuerdo es el de estar gritando: a quién y por qué motivo, lo ignoro. Probablemente fuese una rabieta… o puede que estuviera ensayando. Siempre he sido muy precoz”, explicó en su autobiografía un músico que siempre abogó por el lema “más rápido y más alto”.

Como adolescente, Lemmy vivió el nacimiento del rock con auténtica pasión y Buddy Holly, Little Richard, y luego The Beatles, se convirtieron en sus ídolos, antes de que en los años 60 pudiera trabajar como parte del personal de Jimi Hendrix en su gira por Reino Unido.

    Fui roadie de Jimi Hendrix. Mis credenciales en el rock rock’n’roll son jodidamente impecables (I was Jimi Hendrix’s roadie. My rock’n’roll credentials are fucking impeccable)”, decía.

En 1971 se incorporó al grupo de rock espacial Hawkind, en el que permanecería como bajista hasta 1975, cuando fue detenido en Canadá por posesión de drogas.

Fue a mediados de esa década cuando fundó Motörhead junto al guitarrista Eddie Clarke y el baterista Phil Taylor (fallecido en junio de 2015 a los 61 años), la formación clásica de una banda que se convertiría en una referencia ineludible y fundamental del heavy.

    Lemmy, eres una de las razones primordiales porque la banda existe. Estamos por siempre agradecidos por toda tu inspiración, descansa en paz”, se leía en la página de Facebook del grupo Metallica.

Rápido, agresivo y muy potente, el grupo Motörhead, con Lemmy al bajo y la voz, debutó en 1977 con un álbum homónimo, pero fueron discos como Overkill (1979) o Ace of Spades (1980), título también de una de sus canciones más exitosas, los que les dieron gran popularidad en todo el mundo dentro del rock más duro y vertiginoso.

Impulsado por la carismática presencia de Lemmy, siempre con ropa oscura, característicos bigote, sombrero y pose desafiante, Motörhead experimentó numerosos cambios en su formación, pero su vocalista siempre se mantuvo al frente del grupo, que en 2015 bordeaba ya los 40 años en activo y que presentó en agosto el álbum número 22 de su discografía, Bad Magic.

La fama de Lemmy también se beneficio de todas las leyendas y mitos que rodearon su figura: la del gran vividor del rock, el amante del burbon y las drogas, el coleccionista de objetos nazis y el mujeriego sin control.

    Decidí dedicarme a la guitarra en parte por la música, pero al menos un 60 por ciento de la responsabilidad hay que atribuírsela a las chicas”, señaló Lemmy en su autobiografía.

Lemmy preparaba para 2016 una nueva gira por Europa junto a sus compañeros entonces en Motörhead, Phil Campbell y Mikkey Dee, quienes en un comunicado lamentaron la muerte de su líder y pidieron a sus seguidores que brindaran por él y su obra recordando el lema del grupo: “Nacido para perder, vivo para ganar”.

 
MÁS DATOS

Ian Lemmy Kilmister

    Nació el 24 de diciembre de 1945 en Stoke-on-Trent (Reino Unido) y comenzó a tocar el bajo y a interesarse por la música en los años 60.
    A mediados de los años 70 fundó la banda Motörhead.
    Este grupo se convertiría en una referencia indiscutible del sonido heavy con Lemmy al bajo y la voz, Eddie Clarke en la guitarra y en la batería Phil Taylor, quien murió en junio de este año a los 61 años.
    Motörhead debutó en 1977 con un álbum homónimo.
    La formación de la banda tuvo numerosos cambios en las casi cuatro décadas en las que ha estado activa.

AFP, EFE y AP / Fotos: Tomadas de su página oficial