Ahora la culpa la tienen nuestras novelas


El asesinato despiadado de Mónica Spear y su pareja sentimental, fue un detonante y un llamado de alerta para el Gobierno Nacional y para todo el pueblo venezolano, a pesar de las divisiones y diferencias políticas que nos separan. Pero lo más grave de esta lamentable situación es el “peloteo” que se tiene sobre quién es el responsable de la alarmante inseguridad que vivimos. Se culpa ahora a los medios de comunicación y en específico a nuestras telenovelas y programación y no se ve más allá, por miedo de asumir y responsabilizarse de la abrumadora y nada virtual cifra de asesinatos y asaltos que se viven a diario en nuestro país.

Pañitos de agua tibia para una cruel realidad

Después de que el Ejecutivo Nacional se reuniera este lunes pasado en el Palacio de Miraflores con los dueños de las televisoras y las compañías cable operadoras del país, se establecieron varios acuerdos con el fin de ofrecerle a la ciudadanía una televisión “sin violencia”. Y ahora pregunto: ¿Es qué de verdad le van a echar la culpa a los medios?

Para nadie es un secreto el discurso violento de este gobierno, con Chávez y ahora sin él. Como tampoco el llamado a defender sus ideales por parte de los altos personeros que llevan las riendas del país. Ellos son los primeros que deben bajarle dos a su discurso, lleno de odio, de marcadas divisiones y de llamados a la violencia de forma directa y subliminal en esas interminables cadenas televisivas. Asumamos cada quién desde nuestro corazón nuestras propias responsabilidades y seamos serios.

En el encuentro, el vicepresidente Jorge Arreaza exhortó a los medios de comunicación a cumplir con lo que establece la Constitución en lo que respecta a la formación de los venezolanos. ¿Y ellos qué están haciendo al respecto?

Se puede realizar una programación de puras comiquitas o telenovelas culturales, sin villanos, ni violencia, pero si no se le baja a ese discurso gubernamental su alto índice de agresividad y confrontación, nada se logrará entonces señores.

Son ustedes los que tienen que comenzar dando el ejemplo. No es culpa de la interpretación de Norkys Batista en su reciente rol de villana, ni mucho menos de los escritores Leonardo Padrón o Mónica Montañes, el cementerio que se ha convertido nuestro país.

¿Quién les facilita las armas a esos desalmados delincuentes? Allí está la raíz del problema y la respuesta de muchas preguntas… Analicen también sus acciones y discurso “socialista”. No se puede ser tan irresponsable y caradura ante una situación que nos golpea a todos, ni buscar culpables, cuando no se asumen responsabilidades. Se exige no politizar el asesinato de Mónica y mientras exigen, no cambian las fracasadas políticas que se han manejado hasta la fecha con respecto a nuestra seguridad y calidad de vida, pero si pierden tiempo en reuniones estériles, mientras nuestras carreteras siguen sin alumbrado, sin alcabalas de seguridad, desoladas.  

Se arma a un pueblo para “defender” un sistema de gobierno llamado “revolución” y no se busca hacer lo mismo con nuestros cuerpos policiales.

Mónica Spear y su pareja son un número más en la lista de personas asesinadas por el hampa en nuestro país. En las novelas el bien siempre triunfa sobre el mal, en Venezuela no. En las novelas no se enseña que ser rico es malo, eso se lo inculcaron ustedes a un pueblo que ahora atenta en contra de sus hermanos, con armas que no se las facilitó  ni Venevisiòn, ni Televen, ni LaTete, pero habría que preguntarse desde el corazón también, si no podría ser  Venezolana de Televisión. Por ese canal señores tiene que comenzar la restructuración urgente que exigen de nuestra programación y así regrese a lo que otrora fue, un canal donde se realizaron excelentes novelas y musicales y fue fuente de trabajo y proyección para nuestros artistas. Allí brillaron: Lupita Ferrer, Amanda Gutiérrez, Elluz Peraza, Daniel Alvarado, Rebeca González, Luis Abreu y un largo etcétera. ¿En qué convirtieron ustedes el canal 8?  

La moneda tiene dos caras y se empeñan en ver una sola…

Ojala el asesinato de Mónica Spear y su pareja sea un llamado a la conciencia y su triste y cruel desaparición física, la luz en el túnel en donde vivimos todos los venezolanos. No se puede criticar lo que se tiene en casa…Allí les dejo eso de tarea, para sus próximas reuniones. Por allí pueden estar los tiros señores…