La imagen del ídolo juvenil se ha visto asociada últimamente a los escándalos


Justin Bieber esta en problemas, ya sea por su comportamiento arrogante durante sus salidas nocturnas o por la ira que recientemente provocó entre sus seguidores al tardar dos horas en presentarse en el escenario de su concierto londinense. La mala racha que vive el joven artista le ha costado el primer gran regaño por parte de su compañía discográfica en Estados Unidos, cuyos responsables mantuvieron el lunes 4 de marzo una tensa videoconferencia con el cantante llena de reproches e imperativos sobre su excesiva vida social.

«Justin todavía no está acostumbrado a sentir de cerca el enfado y la decepción de sus seguidores, le está costando aceptar las consecuencias de su comportamiento errático y su actitud caprichosa. Estas muestras de prepotencia no es lo que sus fans esperan de él, y de eso trató la conversación que él y su equipo mantuvieron con los jefes de su discográfica en Estados Unidos. Le instaron a que dejara de salir tanto por las noches y a que rebajara sus pretensiones ante la gente que le rodea. Desde entonces, Justin ha reflexionado mucho y ha prometido a su círculo cercano que prestará más atención a sus fans y que tratará de ser más benevolente», reveló una fuente al diario Daily Mirror.

Aunque Scooter Braun, representante del artista, aseguró en su cuenta de Twitter que la estrella del pop había tenido una productiva charla con los ejecutivos de la compañía y destacó que, de ahora en adelante, su concentración se limitará a su carrera musical, Bieber hizo uso de su cuenta en la red social precisamente para arremeter contra sus críticos. Sin mostrar en ningún momento un ápice de arrepentimiento, el controvertido intérprete aseguró que sus acciones solo podían ser juzgadas «por Dios».

«Hemos tenido una gran charla, Justin, #Concentración», tuiteó Scooter poco antes de que su representado se desahogara en Twitter desde una perspectiva bien diferente.

«Los rumores son solo rumores, nada más y nada menos. Quizá un día hable largo y tendido de todas estas especulaciones, pero ahora prefiero disfrutar de mi actitud positiva. Nada puede tumbarme. Me siento bendecido y sé que esforzándome cada día nada me puede parar. Me imagino que publicar historias falsas para vender más periódicos es lo que nos toca estos días. Pero yo soy una buena persona, estoy convencido de ello, y me da igual si me retratan como alguien que no soy. No voy a dejar de ser yo mismo, de servir a los demás, de actuar y de amar. Entiendo que en la vida hay que ser juzgado, pero por las acciones que cometemos y por la música que producimos. Y la responsabilidad de ese juicio al final solo es de Dios», se sinceró el canadiense en una larga cadena de mensajes de Twitter.